La Policía de Malasia anunció que ha solicitado poder interrogar a un diplomático norcoreano en relación con la muerte de Kim Jong-nam, hermano del líder norcoreano, Kim Jong-un, poco antes de que la Embajada de Corea del Norte en este país pidiera la liberación de los detenidos por el caso.
El jefe de la Policía local, Khalid Abu Bakar, precisó que las personas a las que quieren interrogar son el segundo secretario de la Embajada norcoreana en Kuala Lumpur, Hyon Kwang Song, y el empleado de la aerolínea Air Koryo Kim Uk Il, y aseguró que ambos aún se encuentran en Malasia.
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Kwang Song cuenta con inmunidad diplomática, por lo que en principio su colaboración con la Policía sería voluntaria. “Hemos escrito al embajador para que nos permita entrevistar a los dos. Esperamos que la embajada norcoreana coopere con nosotros y nos permita hablar con ellos pronto”, dijo Khaled.
Asimismo, el jefe policial afirmó que las autoridades norcoreanas no han cooperado en la investigación sobre el supuesto asesinato, ocurrido la pasada semana en el aeropuerto de Kuala Lumpur y no han facilitado los registros médicos y dentales que les reclamaron las malasias para identificar el cadáver.
Khaled también rechazó la versión de las dos mujeres detenidas, una vietnamita y una de Indonesia, quienes dijeron a la policía que rociaron la cara de Kim Jong-nam con veneno en lo que creían que se trataba de una broma para la televisión.
Según la Policía, las dos mujeres sabían que estaban manipulando un producto tóxico y ambas estuvieron en dos centros comerciales de Kuala Lumpur practicando la manera de atacar a la víctima, en una acción que fue captada por las cámaras de seguridad.
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Tras abordar a Kim en el aeropuerto, “la señorita se estaba dirigiendo con las manos hacia el baño. Era muy consciente de que era tóxico y que tenía que lavarse las manos”, declaró el jefe policial.
Poco después de la rueda de prensa de Khaled, la delegación diplomática norcoreana pidió en un comunicado la liberación “inmediata” de los tres detenidos hasta el momento, al alegar que la policía no tiene ninguna prueba contra ellos, y descartó que un veneno fuera la causa de la muerte.
“Ellos (la Policía) deberían liberar inmediatamente a las mujeres inocentes de Vietnam e Indonesia, así como al ciudadano de RPDC (República Popular Democrática de Corea), Ri Jong Chol, quien fue arrestado sin motivos”, se precisa en la nota.
Aún no se revela los resultados de la autopsia
Por su parte, la Embajada argumentó que las mujeres no podían haber sobrevivido si manipularon el mismo veneno que supuestamente mató a la víctima.
“¿Cómo es posible que esas sospechosas estuvieran vivas después del incidente? Esto quiere decir que el líquido que decían que era para una broma no era veneno y que hay otra causa para la muerte del fallecido”, sostiene el comunicado.
La delegación norcoreana también calificó de “extremadamente insultante” e “ilegal” que las autoridades malasias hayan efectuado la autopsia del cadáver sin el consentimiento de Pyongyang.
Como se recuerda, Kim Jong-nam, que viajaba con un pasaporte diplomático bajo el nombre de Kim Chol, se disponía a abandonar Malasia el 13 de febrero cuando fue abordado en el aeropuerto por la vietnamita Doan Thi Huong, de 29 años, y Siti Aishah, de 25.
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Según las imágenes de las cámaras de seguridad, el hermano del líder norcoreano pidió ayuda después en un mostrador del aeródromo y falleció cuando era trasladado al hospital.
El Gobierno de Corea del Sur insiste en que Kim Jong-nam fue asesinado por el régimen comunista de Pyongyang.
Las autoridades malasias aún no han identificado formalmente la identidad de la víctima ni han revelado los resultados de la autopsia. Esperan que algún familiar lo reclame para cotejar su ADN.
Kim Jong-nam nació en 1971 de la relación entre el difunto dictador norcoreano Kim Jong-il y su primera concubina, la actriz Song Hye-rim. Fue considerado como el mejor posicionado para suceder al padre al frente del régimen norcoreano, pero cayó en desgracia en 2001, tras ser detenido en Japón con un pasaporte dominicano.
En los últimos años vivió exiliado en China y en 2012 atrajo la atención por sus críticas a Pyongyang y su sistema de sucesión.
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