Un juez brasileño dictaminó que los conductores que conducen taxis llamados por la aplicación Uber son empleados de la compañía con sede en San Francisco y, por ende, merecen beneficios laborales. La sentencia se suma al debate sobre los derechos laborales para quienes trabajan con esta plataforma.
Uber anunció que apelaría la decisión del juez Marcio Toledo Gonçalves, emitida el lunes por la noche en una corte del estado de Minas Gerais.
El juez Gonçalves ordenó que Uber le pague a un conductor unos US$10 mil en compensación por horas extras trabajadas, turnos nocturnos, vacaciones y gastos como gasolina, agua y caramelos para los pasajeros.
Las consecuencias para Uber, si el fallo se mantiene, podrían ser enormes si más conductores presentan demandas similares y los reguladores estatales y federales, así como las agencias impositivas, comienzan a tratar a la empresa como una compañía de transporte de este tipo y no como una tecnológica, como sugirió el juez.
Casos similares en Estados Unidos, Gran Bretaña, Suiza y la máxima corte europea amenazaron con incrementar los costos de Uber de continuar medidas similares y la situación podría someterla a una regulación más estricta.
Uber argumentó que su apelación se basaría en una decisión diferente de otro juez laboral de Minas Gerais publicada hace dos semanas. Sostiene que los conductores son libres de definir sus horarios, cancelar viajes y usar aplicaciones que son competencia, lo que los hace prestadores de servicios y, por ende, no existe relacion emplador-empleado.
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