Las autoridades de México trasladaron repentinamente al capo de la droga Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán a la cárcel del Altiplano al Cefereso 9, considerada la peor del país azteca por las autoridades defensoras de los derechos humanos debido a las condiciones de reclusión y otros factores, de acuerdo con un informe del propio gobierno.
El Cefereso 9, localizado en las afueras de Ciudad Juárez, fronteriza con El Paso, Texas, registró buenas calificaciones en “condiciones de gobernabilidad”, posiblemente un indicio de que las autoridades creen que aquí pueden controlar el entorno del capo y reducir el riesgo de que protagonice otra audaz evasión, que sería la tercera en su haber.
Sin embargo, Michael Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), puso en duda la lógica de enviar a Guzmán a una prisión menos segura ubicada en un territorio controlado firmemente por el cártel de Sinaloa, encabezado por ‘El Chapo’.
Algunos medios mexicanos han conjeturado que la transferencia de ‘El Chapo’ es el preludio a una extradición inminente hacia Estados Unidos, donde enfrenta cargos por narcotráfico en siete jurisdicciones. Sin embargo, las autoridades mexicanas negaron que sea así.
Un funcionario de seguridad de México, que insistió en guardar el anonimato para poder hacer declaraciones sobre el particular, dijo que Guzmán se encuentra en medio de un proceso de extradición. La Secretaría de Relaciones Exteriores tiene la última palabra en cuanto a si la concede o no, y los abogados de Guzmán podrían apelar.
Un abogado del capo confirmó el sábado que su defensa sigue peleando judicialmente para evitar la extradición, y que las autoridades han dicho que podrían pasar meses o hasta un año para tener un fallo.
¿CÁRCEL ES DE BAJA SEGURIDAD?
Un informe de 2015 elaborado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNHD) dio al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 9 una calificación de 6,63 en una escala del cero al 10. Es la más baja para cualquiera de las 21 prisiones federales del país.
En comparación, la instalación de máxima seguridad en el Altiplano — en el centro del país — donde estaba Guzmán era la décima en la lista con una calificación de 7,32.
La cárcel del Altiplano es considerada la de mayor seguridad en México y muchos pensaban que era a prueba de fugas. Esa creencia se vino abajo cuando Guzmán se escapó en julio de 2015 a través de un sofisticado túnel de 1,5 kilómetros de largo (una milla) excavado por sus cómplices hasta la ducha en su celda. El pasaje estaba equipado con una motocicleta modificada para correr sobre rieles.
El Cefereso No. 9 está cerca de la autopista Panamericana, a unos 23 kilómetros (14 millas) al sur del centro de Ciudad Juárez. Está en medio del desierto del estado de Chihuahua, una zona árida bajo un sol ardiente.
Prácticamente no hay nada en varios kilómetros a la redonda, salvo una universidad a unos tres kilómetros (dos millas) al este.
César Duarte, gobernador de Chihuahua, dijo en conferencia de prensa que la transferencia de Guzmán no representa un riesgo para el estado y que hay señales de mejoras en materia de seguridad. La decisión de haberlo traído es porque “no habrá ninguna fuga”, declaró Duarte a la prensa.
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