El Parlamento de Grecia aprobó nuevos recortes sociales para complacer los reclamos de sus acreedores la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Estas nuevas medidas, que incluyen la reducción de pensiones y subidas de impuestos, permitirán el pago de un nuevo paquete de préstamos internacionales a Grecia.
Asimismo, el Gobierno confía en que los acreedores concederán al país un alivio de la deuda, que alcanza el 179% del producto bruto interior (PBI), para entrar pronto al plan de compra de bonos del Banco Central Europeo (BCE).
Sin embargo, estos nuevos ajustes son rechazados por el pueblo griego. Según las autoridades, más de 10,000 personas se congregaron ante el Parlamento para evitar que se aprobara esta polémica legislación.
Ante los disturbios registrados, la policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
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