El arzobispo de Río de Janeiro (Brasil), Orani Joao Tempesta, fue víctima de un atraco a mano armada, informó este martes el cardenal en un comunicado.
En el momento del asalto, Tempesta estaba en un automóvil en compañía de un seminarista, del fotógrafo de la archidiócesis y del conductor.
El grupo acababa de salir del centro de formación de Sumaré, una escuela para obispos que funciona al lado de la residencia oficial del arzobispo, en el centro de Río de Janeiro.
El vehículo fue interceptado por tres hombres armados que obligaron a los ocupantes a entregar todas sus pertenencias, incluyendo el equipo de trabajo del fotógrafo, el crucifijo y el anillo cardenalicio de Tempesta, la sotana del seminarista y el traje del conductor.
En la huida, los ladrones tiraron la mayoría de los bienes robados, excepto la cámara fotográfica, informó la Policía Militarizada, que halló los objetos, entre ellos el crucifijo y el anillo de Tempesta, y los devolvió a sus dueños.
Un asesor del arzobispo afirmó al diario O Globo que uno de los ladrones reconoció al religioso y le pidió disculpas antes de huir con el botín.
Después del robo, el cardenal Tempesta continuó con su agenda y se dirigió a la archidiócesis para participar en un debate con los candidatos al gobierno de Río de Janeiro en las elecciones del próximo octubre.
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