Las autoridades saudíes ejecutaron hoy a una trabajadora doméstica de nacionalidad nepalí por haber asesinado a un niño de dos años en la ciudad de Arar, en el norte del país, informó el Ministerio de Interior.
En un comunicado difundido por la agencia oficial de noticias SPA, el ministerio saudí señaló que se cumplió la sentencia a pena de muerte que había recibido la mujer.
“La ejecución fue llevada a cabo en la misma ciudad donde fue cometido el crimen, después de una sentencia firme dictada por el tribunal general y confirmada por el tribunal de apelación”, señala la nota.
La nepalí Shuba Barir fue ejecutada por haber asesinado en julio de 2012 a un niño, a quien cortó el cuello con un cuchillo, un suceso que causó gran revuelo social en el país.
En el ultraconservador reino de Arabia Saudí rige una interpretación rigorista de la ley islámica, que impone castigos como la decapitación por sable, la lapidación o la amputación de miembros, dictados habitualmente por los jueces saudíes.
El asesinato, el narcotráfico, la violación, los asaltos armados y la brujería, entre otros delitos, son castigados con la pena de muerte.
Además, son frecuentes los maltratos a las trabajadoras domésticas por sus empleadores saudíes, lo que ha sido denunciado por numerosas organizaciones de derechos humanos.
Uno de los casos más sonados fue el de una empleada ceilanesa supuestamente torturada por su empleador saudí, a la que le extrajeron dieciocho clavos de su cuerpo en un hospital de Sri Lanka en agosto de 2010.
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