El regreso de Adele ha estado marcado no solo por la repetición constante de su sencillo Hello en todos lados, con el que dejó complacidos a sus seguidores, sino también con su renovada y saludable figura.
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Adele volvió a pararse sobre un escenario mostrándose visiblemente más delgada y la razón de esto está en un sencillo cambio de rutina: dejar de tomar diez tazas de té al día (cada una con dos terrones de azúcar).
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“Solía beber diez tazas al día con dos terrones de azúcar en cada una, por lo que tomaba 20 porciones de azúcar al día”, explicó Adele al periódico británico The Sun. “Ahora no lo bebo y tengo más energía que nunca”, añadió la artista.
Este cambio de rutina, y la consecuente pérdida de peso, también jugó un papel importante su decisión de renunciar al alcohol y el tabaco. Adele ahora va al gimnasio, pero no consigue acostumbrarse a esto último.
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“No estoy deseando ir al p*to gimnasio”, dijo Adele a la revista Rolling Stone en noviembre. “No lo disfruto. Me gusta levantar pesas. Pero no me gusta mirarme en el espejo mientras lo hago. Los vasos sanguíneos de mi cara revientan con mucha facilidad, por lo que estoy pendiente de eso cuando estoy ejercitándome”, precisó Adele.
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