El peso argentino registró hoy su mayor caída frente al dólar en casi 12 años, al perder un 11% debido a las dudas sobre la economía y la falta de divisas, mientras que el Gobierno aseguró que no está induciendo una devaluación que amenaza con acelerar la alta inflación en el país.
La moneda local cerró a 8,0 pesos por dólar en el mercado interbancario tras llegar a derrumbarse un 14,2% a 8,30 pesos. La caída diaria fue la peor desde mediados del 2002, luego de que Argentina abandonara un sistema de tipo de cambio fijo que rigió una década por una fuerte crisis financiera.
El peso acumula una devaluación del 18,50% desde el 1 de enero, lo que según analistas provocará presiones sobre los precios al consumidor que llevarán la inflación anual bien por encima del 30% anual.
GOBIERNO SE DESMARCA
La administración de Cristina Fernández aseguró que no está provocando la devaluación, luego de que el miércoles la moneda perdiera un 3,3%.
El Banco Central ha intervenido por años diariamente en el mercado para evitar bruscos movimientos de la moneda local, pero el miércoles no tuvo participación en la plaza, lo que asombró a los operadores.
El jueves, la entidad volcó US$100 millones en el mercado para atenuar parcialmente la devaluación, dijeron operadores. Los exportadores están liquidando divisas a cuentagotas especulando con una mayor depreciación de la moneda.
DEVALUACION NO INDUCIDA
La tercera economía latinoamericana está sufriendo por la escasez de dólares debido a la debilidad de sus exportaciones, un pobre nivel de inversión externa por la desconfianza en su economía y la falta de acceso a los mercados de crédito internacional desde su enorme cesación de pagos del 2002.
El superávit comercial del país se hundió un 67% interanual en diciembre a 272 millones de dólares, anunció el Gobierno. En todo el 2013 retrocedió un 27%.
El jefe de gabinete de ministros, Jorge Capitanich, dijo a periodistas que la caída de la moneda local se debe a las fuerzas de la oferta y la demanda.
“No ha sido una devaluación inducida por el Estado, en definitiva para aquellos amantes del libre mercado, la oferta de divisas es la que se expresó ayer (miércoles) en el mercado de cambios”, afirmó.
El mercado es regulado por el Gobierno a través de un estricto control de cambios que impuso a fines del 2011 para frenar una fuga de capitales. Las empresas autorizadas para adquirir divisas en la plaza, mayormente para operaciones de comercio exterior, deben contar con permiso de la agencia impositiva estatal.
En cambio, los ahorristas e inversores que quieran protegerse de la alta inflación en el país deben adquirir divisas en el mercado negro, donde el peso vale un 70% menos.
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