Cleveland Cavaliers igualó hoy 1-1 la final de la NBA al derrotar por 95-93 a Golden State Warriors en un partido físico que se definió de nuevo en la prórroga.
LeBron James, con 39 puntos, lideró a los ‘Cavs’, que sin los lesionados Kevin Love ni Kyrie Irving planteó un partido muy físico y con una gran defensa sobre Stephen Curry. La estrella de los Warriors anotó 19 puntos con apenas cinco aciertos de 23 lanzamientos.
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“No se han rendido en ninguna posesión. Pero dudo que esto vuelva a ocurrir, con los ajustes que haré después de revisar las imágenes. Un partido no va a conseguir que deje de tirar ni va a alterar mi confianza”, añadió.
Precisamente un lanzamiento errado por Curry y una pérdida de pelota en los últimos segundos del tiempo extra decantó el triunfo para unos ‘Cavs’ que impusieron un ritmo lento con LeBron James como director de juego por la baja de Irving.
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“Lo he dado todo por mis compañeros y ellos me lo han devuelto. Es un triunfo de todo el equipo. Es un triunfo muy emotivo por todo lo que hemos pasado”, dijo James al recordar las lesiones que ha sufrido el equipo de Cleveland.
“Tenemos a muchos chicos fuera, todos nos han descartado y hoy hemos dado un pequeño paso en nuestro proceso de ser grandes”, agregó el astro, que aportó además 16 rebotes y 11 asistencias para firmar el triple doble.
Es la primera vez en la historia que los dos primeros partidos de la final se deciden en la prórroga.
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