“Ser padre me ha enseñado a tener mucha paciencia”, confesó este jueves el nadador estadounidense Michael Phelps, el deportista con más oros olímpicos (23) y retirado de las piscinas desde los Juegos de Rio-2016.
En plena gira promocional de su marca de bañadores, Phelps afirmó en París que ahora su vida está centrada en su hijo Boomer, de casi un año y que es “el auténtico desafío” de su nueva vida.
“En un día normal para mí, ahora me levanto siempre cuando despierte Boomer. Después, como todo el mundo, tomo el desayuno y el café. Hago deporte cuatro o cinco veces por semana, no únicamente natación”, relató Phelps.
“Me dicen que para mantener totalmente el nivel tendría que nadar de 7 a 8 millas por día, cuando lo que hago es de 3 a 4. Pero está bien porque practico también otros deportes, como el golf. Me entreno un poco en casa y también tengo bastantes viajes por ocio o por el trabajo. Siempre hay algo por hacer, es divertido”, apuntó.
Phelps admitió que antes “no tenía paciencia”, pero que con la llegada de su hijo eso ha cambiado.
“Es increíble ver a Boomer. Le metes en la cama, grita, chilla, se acerca a las barras de su cuna, llora. Es astuto, finge que duerme y cuando sales de la habitación se pone a gritar. La paternidad es un auténtico reto, ser padre de un niño. Es algo que me gusta”, afirmó.
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