A solo cuatro cuadras de la casa del presidente Ollanta Humala, un empresario se enfrentó a delincuentes que intentaban apoderarse de su camioneta 4×4 y mató a uno de ellos de dos tiros. Luego, el hombre de negocios se entregó a la Policía que, tras las investigaciones, informó que se había tratado de un caso de legítima defensa.