Juan José Garrido,La opinión del director El tránsito en nuestra capital ha colapsado. Las principales arterias se saturan recurrentemente, fuera de horas “pico”, y en distintos distritos simultáneamente. Y, si nos guiamos por el ritmo en el que avanzan las soluciones, nada pareciera apuntar a que ello aminorará en el mediano plazo.
El cruce de las avenidas Aramburú y Petit Thouars, en San Isidro, es uno de los puntos más críticos en horas punta en la capital. Si bien a diario esta situación causa malestar en miles de conductores y pasajeros, las consecuencias a largo plazo son alarmantes: los limeños perdemos hasta siete días al año por el tráfico vehicular.