22.NOV Viernes, 2024
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Torpeza

PRISIÓN CASUAL “Por curiosos, se nos antojó comprar esposas en un sex shop”, confiesa Geraldine (28). “El punto es que se me ocurrió esposar a mi enamorado a la cama y empezar a hacerle masajes. En ese trance, me dan ganas de ir a orinar. ‘Ya vuelvo’, le digo. Fui al baño. Cuando me estoy lavando las manos, escucho un golpe fuerte. Al regresar, veo que la puerta del cuarto está cerrada. Intento abrirla y nada. ¡Estaba con seguro! Resulta que el viento estaba tan fuerte que pudo cerrar la puerta. Mi enamorado estuvo una hora ahí dentro, hasta que encontré la llave”.

PRISIÓN CASUAL “Por curiosos, se nos antojó comprar esposas en un sex shop”, confiesa Geraldine (28). “El punto es que se me ocurrió esposar a mi enamorado a la cama y empezar a hacerle masajes. En ese trance, me dan ganas de ir a orinar. ‘Ya vuelvo’, le digo. Fui al baño. Cuando me estoy lavando las manos, escucho un golpe fuerte. Al regresar, veo que la puerta del cuarto está cerrada. Intento abrirla y nada. ¡Estaba con seguro! Resulta que el viento estaba tan fuerte que pudo cerrar la puerta. Mi enamorado estuvo una hora ahí dentro, hasta que encontré la llave”.