Una final sin nervios no es final. Quizás debido a esa casi costumbre de la presión por un título, Roberto Mosquera explotó ayer contra los espectadores del entrenamiento de Sporting Cristal en el distrito de Pucyura, a 40 minutos del centro de la ciudad. Los rimenses trabajan en ese lugar después de que se les negara el poder hacerlo en el estadio Garcilaso de la Vega.