Tras mudarse con la familia a su pueblo natal para estar más cerca de sus amigos y de los hijos de estos, Lenny descubre que entre acosadores de antaño y acosadores actuales, conductores de autobús esquizofrénicos, policías ebrios y 400 fiesteros disfrazados dispuestos a amargarle la vida, la locura no ha hecho más que empezar.