CIUDAD DEL VATICANO (Agencias).– El papa Francisco sigue dando señales de austeridad y humildad. Ahora, en una visita de diplomáticos al Vaticano, el Sumo Pontífice apareció sentado en un sillón blanco y no en el trono de oro que solía utilizar su antecesor, Benedicto XVI.
El papa Francisco vuelve a dar nuevas señales de austeridad y humildad. Ahora, en un visita de diplomáticos al Vaticano, el Sumo Pontífice apareció sentado en un sillón blanco y no en el trono de oro que solía usar su antecesor, Benedicto XVI.