Un pescador noruego se llevó esta semana la sorpresa de su vida al encontrar un consolador de respetable tamaño en el vientre de un bacalao. A Bjoern Frilund, de 64 años, le llamó la atención la extraña forma de un pez de 5 a 6 kilos que acababa de capturar en su red, en la costa oeste de Noruega.