La sarcopenia consiste en la pérdida progresiva de la masa muscular. Suele presentarse a partir de los 60 años de edad. Esta condición resulta grave porque las personas sufren caídas, pierden movilidad, entre otras complicaciones. Otra arista preocupante se vincula al metabolismo. Según Roberto Salinas, médico y profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, las proteínas de los músculos son usadas, por ejemplo, para producir anticuerpos cuando la persona está enferma. Entonces, al haber menor masa muscular, aumenta el riesgo de sufrir infecciones e, incluso, se eleva el riesgo de muerte. Por ello, se recomienda que la alimentación y la práctica de actividad física de los adultos mayores se enfoquen también en mantener los músculos en óptimo estado.