El plantel de Garcilaso visitó ayer el Santuario del Señor de Huanca, ubicado en la provincia de Calca, para renovar su fe y agradecerle a Dios por el privilegio que supone jugar la final del fútbol peruano. “Mi fe en Dios la llevo todos los días. Es una cuestión no de interés sino espiritual, de tranquilidad, para saber conducirnos en la vida”, señaló el técnico Freddy García. De otro lado, la directiva premió a su plantel por la clasificación a la Libertadores. Trascendió que el grupo se repartió 130 mil dólares y que, de lograr el título, recibiría US$200 mil.