Uno de los grandes retos para muchos jóvenes consiste en tener que estudiar y trabajar. Y no es un reto fácil de enfrentar, ya que combinar las obligaciones laborales con las responsabilidades académicas suele provocar desencuentros.
Uno de los grandes retos para muchos jóvenes consiste en tener que estudiar y trabajar. Y no es un reto fácil de enfrentar, ya que combinar las obligaciones laborales con las responsabilidades académicas suele provocar desencuentros. Y es que uno de los grandes errores es dejarse llevar por la presión de terminar y creerse un Superman académico, por lo que terminan matriculándose en cursos que, finalmente, desaprobarán o abandonarán por falta de tiempo. Por tal motivo, el alumno debe ser honesto consigo mismo y evaluar cuál es la carga académica que realmente podrá soportar. En función a ello, debe elegir la cantidad de créditos más apropiada. Es mejor tener bajo control un número reducido de cursos. Recuerde que el que mucho abarca, poco aprieta.