Ramón Gustavo Castillo Gaete (35), el ciudadano chileno que se hallaba prófugo y que era intensamente buscado por la Interpol tras el asesinato de su propio hijo de tres días de nacido –al cual, en un macabro rito satánico realizado en noviembre pasado, arrojó al fuego–, fue encontrado ayer muerto en una vivienda abandonada ubicada en una céntrica calle del Cusco.