Eduardo Ferreyros,Al.Mercado Sin aranceles, las importaciones permitirían recaudar más por IGV. Una protección arancelaria garantizará momentáneamente las utilidades de los negocios de algunos, pero dejando de incentivarlos a competir. Gracias a la apertura comercial, el Perú tiene un arancel promedio aplicado no mayor a 2%, aunque con un nivel de 11% a sectores llamados “sensibles”, los cuales piden frenar la competencia para seguir operando y mantener sus niveles de rentabilidad. La competencia obliga a esforzarse, beneficiando así a las mayorías. La protección afloja el rendimiento y encarece los productos afectando a los consumidores.