Eduardo Ferreyros,Al.Mercado Hoy, tras diez años de “regionalización”, tenemos el caso de dos regiones que, una es el foco del crimen organizado; y, la otra, con autoridades acusadas de corrupción, está sumergida en la pobreza. Áncash y Cajamarca merecen un desarrollo moderno y eficiente. Merecen ser lideradas hacia una explotación eficiente y consciente de sus recursos, lo que debe traer consigo el desarrollo de sus poblaciones. Estos son dos ejemplos, graves, del resultado de la “autonomía” que les otorga la Ley, pero hay muchos más. Si bien es cierto que existen también buenos ejemplos, ha llegado el momento de revisar la regionalización que en su momento se lanzó apresuradamente para que en el camino vaya tomando forma. Pues ya la tomó y los resultados agreden. Es necesario reformarla para que alivie las necesidades de sus poblaciones y no la de sus “presidentes”.