Que Iker Casillas no celebrara el gol de Cristiano Ronaldo (3-2 ante Manchester City) fue una nueva demostración de que el vestuario del Real Madrid está dividido entre españoles y portugueses, grupos liderados por el golero campeón del mundo y por ‘CR7’. La famosa “tristeza” del luso y la suplencia de Sergio Ramos frente al City también tendrían que ver con esta pugna.