No mencionó ningún nombre, pero era evidente que se estaba refiriendo al exministro de Defensa Rafael Rey. Cuando le consultaron sobre las supuestas irregularidades detectadas en el contrato que el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas suscribió con la empresa israelí Global CST, el presidente Ollanta Humala respondió sin ambages que las personas denunciadas deberían asumir la investigación en lugar de “rasgarse las vestiduras”.
La Contraloría detectó que el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA) ocasionó al Estado un perjuicio económico al de S/.40 millones, entre el 2009 y 2011, con la suscripción y ejecución irregular de un contrato con la empresa israelí GLOBAL CST LTD, para asistencia técnica en materia de seguridad, desarrollo de estrategias y entrenamiento del personal militar en el VRAE (hoy VRAEM) que nunca se realizó en los términos pactados.