Le podemos poner algunos reparos a la cocina de La Gloria del Campo –y, de paso, a los varios restaurantes que están a cargo de *Óscar Velarde*–, pero lo que es innegable es que en los espacios ‘Velarde’ hay una única preocupación obsesiva: que el cliente coma siempre bien… y en estos tiempos de florituras sin sustento es algo que debemos agradecer.