Bloques de cemento y maderas con clavos son algunos de los residuos de construcción que se arrojan —al parecer sin ningún control— al mar de los distritos de San Miguel y Magdalena. Este es el lado oscuro del denominado ‘boom inmobiliario’, el cual viene contaminando playas de Lima y Callao.
Bloques de cemento y maderas con clavos son algunos de los residuos de construcción que se arrojan –al parecer sin ningún control– al mar de los distritos de San Miguel y Magdalena. Este es el lado oscuro del denominado ‘boom inmobiliario’, el cual viene contaminando playas de Lima y Callao.