19.MAY Domingo, 2024
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New Scientist

Los científicos especializados en el cambio climático no pueden determinar con exactitud cuál es la huella ecológica que deja el ser humano. De hecho, Fred Pearce, consultor de la revista New Scientist , considera que las actuales estimaciones están lejos de la verdad.

Los científicos aún no se ponen de acuerdo a la hora de responder por qué dormimos. Hay teorías. Una de ellas sostiene que, durante el sueño, el cuerpo descansa y se repara. No hacerlo implica sufrir duras consecuencias: desde fatiga hasta mayor riesgo de sufrir enfermedades crónicas.

Los científicos aún no se ponen de acuerdo a la hora de responder por qué dormimos. Hay teorías. Una de ellas sostiene que, durante el sueño, el cuerpo descansa y se repara. No hacerlo implica sufrir duras consecuencias: desde fatiga hasta mayor riesgo de sufrir enfermedades crónicas. Por su parte, Liam Drew, escritor de la revista New Scientist, menciona una nueva teoría: dormimos para que los recuerdos producidos durante el día se almacenen correctamente en el cerebro. La idea es evitar una saturación de información.

El estrés no es un tópico simplemente “emocional”. Como la ciencia médica lo ha probado, se trata de un mal que puede causar diversas alteraciones en el organismo humano. El impacto del estrés no solo afecta a la persona que lo sufre.

El estrés no es un tópico simplemente “emocional”. Como la ciencia médica lo ha probado, se trata de un mal que puede causar diversas alteraciones en el organismo humano. El impacto del estrés no solo afecta a la persona que lo sufre. Investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) han sugerido que un ser vivo con genes dañados por el estrés puede transmitirlos mediante el esperma o los óvulos. Esta conclusión se ha obtenido tras realizar experimentos con células de ratones. Si bien no se ha podido demostrar de manera contundente que la transferencia es posible, hay evidencias. Por ello, según New Scientist, este grupo de científicos desarrollará estas pruebas con células humanas. ¿Comprobarán su hipótesis?

La mayoría de grandes músicos empezaron a tocar desde niños. Según un informe publicado en la última edición de New Scientist, esto no sería una simple coincidencia. Resulta que un equipo de científicos analizó, mediante un escáner de resonancia magnética, el cerebro de 36 talentosos músicos.

La mayoría de grandes músicos empezaron a tocar desde niños. Según un informe publicado en la última edición de New Scientist, esto no sería una simple coincidencia. Resulta que un equipo de científicos analizó, mediante un escáner de resonancia magnética, el cerebro de 36 talentosos músicos. Hallaron que la sustancia blanca del cuerpo calloso estaba mejor desarrollada en aquellos músicos que empezaron a tocar a más temprana edad. Cabe señalar que esta zona del cerebro es responsable de conectar ambos hemisferios, lo cual resulta fundamental a la hora de tocar instrumentos con ambas manos. Al parecer, la edad idónea para empezar a tocar música es a los 7 u 8 años, lo cual coincide con un momento clave para el desarrollo del cuerpo calloso.

Un hombre conectado a un escáner cerebral en Israel logró mover con su mente un robot ubicado en un laboratorio de Francia, según publicó la revista New Scientist.

Un reporte preliminar del Comité Científico para los Efectos de la Radiación Atómica (UNSCEAR, por sus siglas en inglés) revela que la mayoría de niños y trabajadores expuestos a la radiación del desastre de Fukushima, ocurrido tras el terremoto de Japón el año pasado, no corren peligro. Por ahora, al menos.

Un reporte preliminar del Comité Científico para los Efectos de la Radiación Atómica (UNSCEAR, por sus siglas en inglés) revela que la mayoría de niños y trabajadores expuestos a la radiación del desastre de Fukushima, ocurrido tras el terremoto de Japón el año pasado, no corren peligro. Por ahora, al menos. Según informa el portal New Scientist, el comité no tiene razón para preocuparse en este momento. “Los niveles de exposición son mucho menores que los que observamos en Chernobyl”, aseguró Wolfgang Weiss, presidente del comité. Sin embargo, aquellos trabajadores que estuvieron expuestos a dosis mayores de radiación tendrán que ser monitoreados de manera rigurosa a fin de evaluar el riesgo de sufrir algún tipo de problema de salud. El reporte final será entregado próximamente a la Organización de las Naciones Unidas, el cual incluirá, además, información de otras instituciones que han estado evaluando el impacto de la tragedia nuclear.