En el juego de fichar, juega el blanco y juega el negro, juega el grande y juega el rico. Este es el momento en que los clubes abren la billetera y le regalan al hincha una estrella. Reuniones, mails, agentes, firmas. Pese a la crisis, sigue el negocio.
Dmitry Rybolovlev tiene tanto dinero que pondría al mundo entero a estudiar ruso solo para que pronuncien bien su nombre. Tiene tanta plata como para coleccionar obras de Picasso, regalarle una isla a su hija o adquirir una parte del club Mónaco de Francia. El magnate ruso, médico de profesión, con una fortuna estimada en 13.4 billones de euros, separado, aficionado al surf y a las mujeres, está revolucionando el fútbol.
Dmitry Rybolovlev tiene tanto dinero que pondría al mundo entero a estudiar ruso solo para que pronuncien bien su nombre. Tiene tanta plata como para coleccionar obras de Picasso, regalarle una isla a su hija o adquirir una parte del club Mónaco de Francia. El magnate ruso, médico de profesión, con una fortuna estimada en 13.4 billones de euros, separado, aficionado al surf y a las mujeres, está revolucionando el fútbol.