“Tengo que decir que los mejores orgasmos que he tenido me han llegado soñando. En mi cama”. Ximena Córdoba, actriz colombiana. “Puedes mentir a tus familiares en la cena de Navidad y decirles que todo está muy bien. Pero no puedes mentirle a tu vagina”. Olivia Wilde, actriz.
La práctica hace al maestro, dice el dicho. Sin embargo, esto ocurre solo si cada sesión amatoria es vista como una oportunidad no solo para disfrutar, sino también para aprender e innovar. Es decir, si usted, lector, solo ensaya la prueba del misionero y llega al orgasmo en dos minutos cada vez que tiene sexo con su pareja, ¿dónde está el aprendizaje? Si usted, lectora, solo se dedica a echarse sobre la cama y deja que el compañero haga todo el trabajo, ¿la convierte en una experta? La falta de creatividad, por más que tengan sexo todos los días, deriva en un estado de insatisfacción que puede crear tensiones innecesarias dentro y fuera de la cama. ¿Qué hacer? Simple: priorizar la calidad sobre la cantidad. Ojo, no estamos sugiriendo que se entregue al sexo tántrico, pero sí es importante reflexionar acerca del tipo de amante que uno es. En tal sentido, es importante dialogar con la pareja a fin de obtener un feedback sincero. La idea es que ambos gocen plenamente y, juntos, sean mejores amantes.