Con el fin de erradicar la venta de autopartes de vehículos robados en Lima, la Policía Nacional cerró ayer los accesos y salidas de los ‘mercados negros’ conocidos como San Jacinto, en San Luis, y La 50, en Independencia. Los más de 120 agentes desplegados en cada una de estas zonas impedirán toda actividad ilegal e incluso detendrán a los sospechosos.