Al descubierto quedaron tres peligrosos reclusos que desde sus celdas del penal de máxima seguridad Piedras Gordas, en Ancón, extorsionaban a empresarios y comerciantes exigiéndoles fuertes sumas de dinero. Estos criminales ordenaban detonar artefactos explosivos para amedrentar a sus víctimas.
Al descubierto quedaron tres peligrosos reclusos que desde sus celdas del penal de máxima seguridad Piedras Gordas, en Ancón, extorsionaban a empresarios y comerciantes exigiéndoles fuertes sumas de dinero. Estos criminales ordenaban detonar artefactos explosivos para amedrentar a sus víctimas.
Ángel Arroyo aarroyo@perú21.com
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