Las autoridades de Australia sacrificaron a unos 700 koalas en el cabo Otway, a unos 230 kilómetros al suroeste de la ciudad de Melburne, debido a “problemas de sobrepoblación”, informaron medios locales, lo que provocó indignación entre los defensores de los animales.
Australia celebró el gesto heroico de un agente de protección de la fauna, que salvó a un koala gravemente herido practicándole respiración boca a boca.