Cuando cayó el Muro de Berlín en 1989, Vladimir Putin se desempeñaba como agente de la KGB –órgano de inteligencia y control totalitario de la otrora URSS– en Alemania Oriental. Veinticinco años después, precisamente durante las celebraciones de dicho aniversario, la revista Forbes le considera el hombre más poderoso del mundo por segundo año consecutivo. Mientras los demócratas se distraen en tales conmemoraciones, los herederos del comunismo europeo sonríen desde su trono autoritario.
Juan Claudio Lechín,Desde New York Analista político
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antiguo KGB) detuvo en la madrugada de hoy a un diplomático estadounidense acusado de intentar reclutar a un funcionario de los servicios secretos rusos, en un nuevo episodio de la guerra de espías de nunca acabar entre Moscú y Washington.
La Policía de Moscú encontró muerto en su casa al exjefe de la KGB (agencia de inteligencia de la Unión Soviética), Leonid Shebarshin, quien se habría suicidado, según reportes preliminares.