La violencia se apoderó ayer de La Victoria, que se convirtió en un verdadero campo de batalla. Cientos de matones contratados por los comerciantes de La Parada se enfrentaron –con armas de fuego, palos y piedras– a unos dos mil policías que llegaron a bloquear el ingreso de los camiones de carga hacia el centro de abastos. Fueron horas de pánico.