“La Re-vuelta tiene un doble significado: primero, vuelvo al ambiente plástico limeño después de algún tiempo; segundo, quiero remover el concepto estético de mi obra. Hoy me siento más elegante, más sobrio”, nos dice José Cortez, pintor crecido en el Rímac, catalogado como ‘expresionista abstracto’ por la crítica, y que hoy inaugura su nueva exposición en la galería Yvonne Sanguineti.
José Cortez (Lima, 1959) es un pintor abstracto cuyo trazo se caracteriza por la libertad y por la fuerza que contiene. Sus pinceladas son gruesas, intensas, desbordantes, simulan el caos, crean un orden, y se enmarcan dentro del expresionismo abstracto. De él ha dicho Élida Román, la crítica de arte, que “sabe componer sus trazo en un espacio propio, abierto, donde el color navega suspendido y tenso. Y es esta capacidad de generar tensión latente lo que le da carácter a su trabajo y logra transmitir ese impulso gestual que aparenta venir de lo profundo y que cala muy hondo”. En efecto, el trabajo de Cortez “no esquiva el desborde y la agresividad cromática, acudiendo a una especie de azar en el efecto”. Para el poeta Róger Santiváñez, los cuadros de Cortez son “lácrimas que shorrean sobre el lienzo”. Por eso hablamos de libertad en sus creaciones. Iluso mar se exhibe hasta este miércoles 17 en el Centro Cultural Inca Garcilaso (Ucayali 391, Lima). Visitas: de 10 a.m. a 8 p.m. El ingreso es libre.