Quitó cuerpo sin vergüenza. El jefe del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), José Pérez Guadalupe, no pudo desvirtuar esta tarde la denuncia de Perú21 sobre la irregular firma de un convenio entre esa entidad y un empresario procesado por tráfico de armas para la donación de un lote de bloqueadores de celulares para el penal de máxima seguridad El Milagro de Trujillo.
El pasado 4 de enero, la ministra de Justicia, Eda Rivas, y el jefe del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), José Pérez Guadalupe, hicieron el papelón de su vida en Trujillo.
El empresario venezonalo Jean Pierre Denisse Oyarzábal también hizo noticia el 2 de marzo del año pasado, cuando fue arrestado por agentes de la Policía en un operativo de la Dirección de Control de Servicios de Seguridad, Control de Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Dicscamec) y la Fiscalía. Intervinieron su tienda de armas que funcionaba sin licencia desde hace más de dos años. Denisse habría vendido armamento a una misma persona –hasta en tres ocasiones–. Además, no contaba con libros de venta y “algunas de las armas que ofrecía no tenían registro”, según informó José Arauzo, jefe regional de la Dicscamec ese día.
La frustrada inauguración de un lote de bloqueadores de celulares destinados a combatir las extorsiones desde el penal de máxima seguridad El Milagro, de Trujillo, el pasado 4 de enero, trajo cola.