El bombero checo Jakub Halik, quien vivió más de medio año sin corazón y sin pulso porque se le extirpó este órgano debido a un tumor cancerígeno, murió el pasado domingo por una complicación hepática y renal.
Un checo es el primer hombre del mundo que sobrevive desde hace casi cuatro meses sin corazón. El suyo le fue extirpado para ser sustituido por dos bombas sin válvulas cardiacas.