En una verdadera trampa mortal se convirtió ayer el Centro de Lima luego de que se desatara un voraz incendio en una antigua quinta del jirón Ocoña. El caótico tráfico vehicular impidió que los bomberos ingresaran rápidamente a la zona de la emergencia y, así, las llamas se extendieron velozmente y cobraron la vida de una niña de seis años y de un anciano de 70.