En presencia de su esposa, un empresario alemán –presidente del Comité Organizador del Oktoberfest en Perú– fue asesinado de un balazo en el pecho por el vigilante a quien había contratado para que brinde seguridad en su vivienda ubicada en Chaclacayo. El móvil del crimen fue el robo de 2,500 soles y de una moderna camioneta 4×4.