Mónica Delta,Opina.21 Para lo que pasará después del 27 de enero es indispensable estar a la altura. Es por esta razón que la propuesta del embanderamiento nacional hecha por el expresidente Alan García puede ser patriótica, pero no oportuna. Ninguna exacerbación es buena porque toca fibras emocionales que podrían provocar reacciones poco razonadas. El entusiasmo del expresidente obedece a la consecuencia de una decisión riesgosa, pero certera, que tomó en su momento. Sin embargo, es nuestra obligación pedirle prudencia ante la proximidad de la fecha.