El mandatario Ollanta Humala busca recuperar la confianza en su gestión, que se ha visto afectada por aparentes deficiencias administrativas, así como por presuntos casos de corrupción.
Juan José Garrido,La opinión del director Los intentos del oficialismo por petardear la investigación del caso López Meneses son cada vez más evidentes. Entre las diversas cortinas de humo planteadas (la Srta. Tilsa Lozano, el retorno a la bicameralidad –inmunidad vitalicia incluida–, entre otras), así como la beligerante y bochornosa actitud de sus principales figuras, son pruebas evidentes de ello.
El presidente Ollanta Humala retomó el tono populista de sus discursos y afirmó ayer, en Ayacucho, que su gobierno está cambiando la política de los anteriores regímenes, para quienes –dijo– el pueblo no era lo más importante.
Sigue el enfrentamiento. El presidente Ollanta Humala y el ministro de Defensa, Pedro Cateriano, se sumaron a las críticas al gobierno de Alan García y al fujimorismo, que ya habían iniciado, desde hace dos días, el premier Juan Jiménez y la vicepresidenta Marisol Espinoza.
Sigue el enfrentamiento entre el Apra y el Gobierno de Ollanta Humala. Ahora, la excongresista Mercedes Cabanillas cuestionó el ánimo beligerante de la actual gestión y aseguró que su partido solo responde a las afrentas que les lanzan.
Los culpables de muchas de las crisis de este gobierno fueron los ministros, que se jugaron sus propias cartas. Algunos funcionarios le generaron problemas al presidente Ollanta Humala por juntarse con quienes no debían (Patricia Salas y el Conare-Sutep), por hablar más de la cuenta (Pedro Cateriano) o por ayudar a mejorar la imagen de Nadine Heredia (Ana Jara). Alejandro Toledo también tuvo una cuota importante en la caída de la popularidad presidencial. Aquí, algunos protagonistas de esos escándalos que dejaron imágenes para el recuerdo o, mejor dicho, para el olvido.