La angustia, la alegría y el llanto se mezclaron ayer en la sala de audiencias del penal de Lurigancho. Luego de más de seis años del asesinato de la empresaria Myriam Fefer, el juicio oral llegó a su fin con una sentencia inesperada: Eva Bracamonte condenada a 30 años de prisión y su amiga y expareja, Liliana Castro, absuelta.