Gianfranco Castagnola,Al.Mercado Mientras el ministro Castilla anunciaba en Washington un crecimiento económico mayor a 6% en 2014, en Lima, se generaba una nueva crisis política porque el presidente Humala realizó una escala en París –sin autorización–. Es una lástima que el gobierno vuelva a dispararse al pie. Desde febrero, la aprobación del presidente ha caído de 54% a 27%, no por problemas en la actividad productiva o medidas impopulares, sino por errores absurdos. Si bien la economía ha crecido a tasas récord en los últimos 10 años, en medio de episodios de elevada inestabilidad política, es incorrecto pretender que esos dos ámbitos están divorciados. Un gobierno requiere de una buena gestión política para impulsar su agenda, conectarse con la opinión pública, lidiar y superar eventuales crisis. De lo contrario, se convierte en un “pato rengo”, incapaz de promover reformas. Lamentablemente, pareciera que es el camino de este gobierno.