Ante el rechazo público de los líderes políticos que apoyaron su continuidad en el cargo, la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, dijo que los regidores revocados “se irán del municipio, pero no de la política”, con lo que ya no colocaría en gerencias ediles claves a colaboradores como Eduardo Zegarra o Marisa Glave, como lo pretendía.