Como si su excusa de “la travesura de niño” fuese suficiente para borrar el daño que ocasionó a la imagen del Parlamento, el nacionalista Rubén Condori ensayó otros argumentos, incluso hasta de tipo racistas, en su defensa efectuada ante la Comisión de Ética.
Como si su excusa de “la travesura de niño” fuese suficiente para borrar el daño que ocasionó a la imagen del Parlamento, el nacionalista Rubén Condori ensayó ayer otros argumentos, incluso hasta de tipo racistas, en su defensa efectuada ante la Comisión de Ética.