Esta es la época de los festejos de fin de año. Las vacaciones escolares empiezan y, también, la seguidilla de compromisos sociales. En tal sentido, uno de los grandes dolores de cabeza radica en una situación: la fiesta de fin de año. Es normal que muchos chicos –adolescentes sobre todo– quieran celebrar con los amigos tal evento. ¿Qué hacer cuando los hijos piden permiso para ir a una fiesta en la discoteca ‘x’ o en la playa ‘y’? El asunto es difícil de resolver. De hecho, es un escenario que puede encender el conflicto entre padres e hijos.