El retiro del pene antes de eyacular también se denomina “método de eyaculación fuera de la vagina”. Es, para algunas parejas, una manera de evitar embarazos. Pero no es plenamente seguro y debes de saberlo.
Conversamos con el médico Edwin Reyes Alpaca, coordinador de Andrología de la Sociedad Peruana de Urología, y especialista en medicina sexual para hablar sobre un controvertido tema, que algunos hombres y mujeres se preguntan: ¿existen los tipos de semen? ¿por qué alguna veces es blanquecino y otras más espeso?
¿ÁNIMOS CAÍDOS? Tratar la disfunción eréctil no es tan sencillo como decir “arriba ese ánimo, compadre”. Los problemas psicológicos influyen notablemente, pero no son los únicos motivos. De hecho, según José Pablo Saffón, director de Boston Medical Group, nueve de cada diez casos de disfunción eréctil tienen causas orgánicas: enfermedades crónicas, consumo de sustancias nocivas, traumatismos, entre otros.
¿ÁNIMOS CAÍDOS? Tratar la disfunción eréctil no es tan sencillo como decir “arriba ese ánimo, compadre”. Los problemas psicológicos influyen notablemente, pero no son los únicos motivos. De hecho, según José Pablo Saffón, director de Boston Medical Group, nueve de cada diez casos de disfunción eréctil tienen causas orgánicas: enfermedades crónicas, consumo de sustancias nocivas, traumatismos, entre otros.
A diferencia de las mujeres, el hombre necesita tomar un descanso después de llegar al orgasmo. Las mujeres pueden experimentar en cadena uno, dos, tres, en fin, cuantos orgasmos puedan soportar, mientras que el hombre debe superar el periodo refractario cada vez que eyacule y/o alcance el clímax. En este lapso, la ‘maquinaria’ sexual masculina se relaja, se recarga y vuelve a estar operativa.
Es la pregunta de los 50 mil soles. Y lo es porque diversos estudios –entre los que contamos la legendaria investigación del doctor Kinsey– aseguran que la relación sexual promedio dura escasos minutos, básicamente por la rapidez con la que el hombre eyacula. Dos, tres, cuatro minutos… Más de 10 minutos es raro. ¿Qué hacer ante esta desalentadora realidad? En muchos casos, la solución radica en la intersección de la resignación (hay autores que señalan que la eyaculación precoz no se cura) y en el ingenio. Le tenemos tres propuestas. Uno: Prolongar los previos. Esto permitirá complacer primero a la mujer para que, luego, el hombre cierre con broche de oro. Dos: Probar el sexo tántrico. Un poco laborioso, cierto, pero vale la pena el intento. Tres: Usar la técnica de parar y apretar. Consiste en interrumpir la penetración antes del punto de no retorno (ese momento en el que la eyaculación es inminente), apretar con firmeza el pene y esperar un par de minutos hasta bajar las revoluciones.
Adolfo Guevara,Opina.21 aguevara@peru21.com
Es una pregunta que se hacen muchos hombres. A pesar de que muchos alardean de sus grandes habilidades amatorias, lo cierto es que la mayoría eyacula en pocos minutos. La sexóloga estadounidense Debbie Herbenick –según un artículo publicado en el portal Men’s Health– considera que existen tres maneras para que el hombre retrase la llegada de la eyaculación. La primera es el método conocido como ‘parar y empezar’. Consiste en lo siguiente: cuando el varón sienta que la eyaculación está próxima, debe detenerse y esperar hasta que bajen las revoluciones ahí abajo. Luego podrá continuar. Otra técnica consiste en apretar con firmeza debajo de la cabeza del pene cuando sienta que se acerca el orgasmo, antes del momento conocido como ‘punto de no retorno’. Proseguir cuando todo se enfríe. Estos dos métodos, por cierto, requieren que el caballero sepa controlar su deseo de terminar (algo difícil, pero posible). Finalmente, Herbenick aconseja el uso de condones con retardante. Para tomar nota.
Guillermo Giacosa,Opina.21 ggiacosa@peru21.com
En el siglo II d.C., una secta planteó que la vida tenía que vivirse calato. Los partidarios de este culto solían llamarse adamitas, y estaban convencidos de lo urgente que era estar sin ropa, tal como Adán y Eva en el Edén. Si bien la secta desapareció, en los últimos dos milenios se han producido intentos para reivindicarla.
En el siglo II d.C., una secta planteó que la vida tenía que vivirse calato. Los partidarios de este culto solían llamarse adamitas, y estaban convencidos de lo urgente que era estar sin ropa, tal como Adán y Eva en el Edén. Si bien la secta desapareció, en los últimos dos milenios se han producido intentos para reivindicarla. En tal sentido, ¿son los atrevidos visitantes del balneario nudista de Caleta Colorada (Chimbote) seguidores modernos de esta doctrina? En fin. Repasemos otras curiosidades sexuales.
No es un mito: hay hombres que rinden ‘tres al hilo’. Afortunadas, entonces, aquellas mujeres que tienen un tigre en el cuadrilátero del amor, un Jonathan Maicelo del catre. Fisiológicamente, es posible lograr tal hazaña sexual, pero poco frecuente. Lo que sí resulta habitual es subir al ring de las cuatro perillas y tirar la toalla al fin del primer round. Eso nos pasa a muchos hombres. Y mejor no contamos cuánto tiempo duramos, si derribamos al adversario o si caemos por K.O. La verdad es que, después de la primera descarga, se acabó la velada. A cerrar el coliseo. ¿Y la mujer? Bien, gracias.
Esther Vargas,Sexo.21 @esthervargasc en Twitter