El Gobierno de Burkina Faso se vio obligado a anular la votación de la enmienda constitucional que permitiría que el presidente Blaise Compaoré continuara en el cargo. La razón fue una violenta protesta ciudadana: centenares de manifestantes asaltaron e incendiaron el Parlamento.
El Gobierno húngaro enfrenta duras críticas en el ámbito internacional después de que el Parlamento de ese país aprovechara su mayoría oficialista para aprobar la controvertida enmienda constitucional que limita las competencias del Tribunal Constitucional.