Alfredo Ferrero,Al.Mercado Tanto Perú como Chile tienen su mochila de intereses, antecedentes históricos y diferencias. Si queremos potenciar los intereses comunes, lo será en bien de una equilibrada y fructífera relación política, comercial, geográfica y vecinal. El sentido de la realidad nos indica que hay que sincerar el vínculo y pasar de ser enemigos íntimos desconfiados a realmente buenos vecinos. Que prime la consideración recíproca, así como el respeto a la legalidad, al territorio, a la idiosincrasia y a las costumbres de los pueblos. La generación de confianza permitirá trabajar intereses comunes.